Reflexión "Monje - ayuda de escritorio"

En el video se puede ver el desconcierto del monje frente a un libro, una herramienta totalmente nueva y "futurista" para él, los escritos ya no estaban albergados en un pergamino lo suficientemente largo para contenerlos, sino que descansaban en hojas continuas, escritas por delante y por detrás. El monje, como todos en algún momento, se ve reacio al cambio y a aprender el funcionamiento de ese gran invento.  

Para ser sincera, nunca pensé, ni me pregunté, cómo fue la primera vez que alguien vio un libro y lo extraño/diferente que pudo haber sido. No sé me había pasado por la cabeza cuestionarme la impresión que pudieron haber causado los inventos de cosas y artefactos, que para mí, son tan cotidianas. 

Nací en un contexto en el cual ya habían avances tecnológicos bastante significativos y el cambio comenzaba a ser constante. Los celulares que salían/salen al mercado son cada vez más inteligentes, y pese a esa rapidez de comercialización y evolución tecnológica me (nos) resultan generalmente fáciles de entender. 

Esto no sucede, por ejemplo, con las personas mayores (60-70 años), que con suerte han podido aprender a utilizar el cajero automático o a sacar turnos por internet y que luchan por enviar un mensaje con los nuevos celulares táctiles que tienen una alta sensibilidad. Otro ejemplo son los adultos de entre 40-50 años, que en su mayoría aprendieron a usar Facebook relativamente tarde, cuando el boom del momento ya había pasado e Instagram tomaba relevancia. 

El monje y nuestras propias experiencias nos demuestran que es difícil estar actualizado porque el mundo va demasiado rápido, incluso para algunos jóvenes. 

En mi caso me asombré muchísimo cuando mis amigas de primaria tuvieron su primer teléfono con pantalla táctil, me parecía una locura que no tuviera botones, que pudieras manejar todo con un deslizar del dedo, me generaba hasta cierto miedo tocar la pantalla "¿Qué tal si se rompe? ¿Qué pasa si aprieto demasiado fuerte o muy despacio?" son algunas de las interrogantes que me abordaron en ese momento y que pude esclarecer tiempo después porque se hizo presente mi ayuda de escritorio, ese otro que parece haber pasado todos los niveles y no tiene problema alguno para enseñarte los truquitos de este gran juego llamado evolución.