Segunda carta a Lali de Vincent van Gogh

 Mi tan amada Lali:

                                  No puedo explicarle la felicidad que me inunda el corazón el saber que usted admira mi arte. Debo decirle que es una verdadera lástima que no quede espacio alguno en su agenda para mí, me vendría bien retratarla, casi un mimo al alma. Sabrá usted que la pintura es a mí lo que la luz a la oscuridad y estos, mi queridísima Lali, han sido meses oscuros, salvajes, enmarcados en un fondo azul cobalto.

Se lo ruego, vuelva a pensarlo. Quizás pueda cambiar una fecha o tomarse un vuelo exprés para llegar a mi encuentro cual Juan de Arco al rescate de Carlos XVII, liberar mi ser de esta jaula como ella liberó a Francia.

Espero no se tome a mal mi insistencia, soy un hombre apasionado. Desearía que la próxima carta que reciba de su parte sea un gran sí.

                                                                              Att: Vincent van Gogh